b r a i n s t o r m s

a h o r a l e d i c e n p r o s a

viernes, 19 de diciembre de 2008

Brainstorm

Decime ¿cuántas personas habitan este mundo? ¿Cuántas de ellas murieron hoy?. ¿Cuántas nacerán mañana? ¿Cuántos sueños incumplidos? ¿Cuántas vidas malgastadas
por un sólo mandamiento*, por un prejuicio, por la vaga idea de todo, el creer que entendemos, el creer en las fórmulas de vida, en qué es bien y qué mal?
No sé las respuestas, no interesa. No estoy hablando de números, hablo de hechos ¿entendés?. Basta con que una sola vez haya ocurrido eso, con que una sola persona haya malgastado su vida, porque yo también soy una sola. Lo que quiero decir es que yo no quiero ser una más.
Todos nos creemos muy seguros porque en la vida que nosotros inventamos sí hay reglas. Sabemos que si querés vivir necesitás dinero, para eso un trabajo, para eso una carrera, para eso un estudio, etc. Y sí, claro que de esa manera es infalible. Pero por un segundo apartate de esa idea y pensá: ¿es esa la vida que yo quiero?. No quiero decir que eso sea malo, también hay mucha gente que disfruta de vivir su vida de esa manera, lo cual es bárbaro. Yo lo que no entiendo es a aquellas personas que creen que por eso no pueden hacer aquello que siempre soñaron. Que no hacen el viaje de sus sueños por tener que estudiar. Esa gente que no pasan más tiempo con sus afectos por quedarse a trabajar. Se que quizás si se quedan a trabajar más es porque necesitan el dinero, aunque no siempre es así, creéme. Entonces, ¿no viviríamos más felices, con un poco de dinero menos en el bolsillo, pero haciendo lo que nos gusta, lo que nos hace sentir bien?
Creo que es hora de sentirnos bien. Cuántas personas homosexuales tienen que sufrir por su condición, porque son "distintos". Cuántos de ellos terminan resignándose y formando una pareja heterosexual.
Cuántos músicos, pintores, escritores terminan estudiando abogacía porque lo suyo "no es un oficio" o porque esta sociedad no les da su lugar merecido.
Resumiendo, lo que quiero decir, retomando la primer parte, es que sos una pequeña persona, si haces las cosas "como es debido" pronto te olvidarán y sino también. Solo se trata de sentir que nuestra vida no la podríamos haber vivido mejor.

Noviembre (bis)

Te ví.
Ya te había mirado antes,
pero esta vez te ví,
y una tenue luz acariciaba tu rostro.

Te besé.
Ya te había saludado antes,
pero esta vez te besé,
y sentí tu piel en mis labios.

Te escuché.
Ya te había oído antes,
pero esta vez te escuché,
y tu voz vibraba en mi pecho.

Te deseé como no lo había hecho antes.
Te besé como no lo había hecho antes.
Te ví.
Y ya te había visto antes.
Pero esta vez te ví
como no lo había hecho antes.

Noviembre

Ni intentes mirarme
que enseguida apartaré mi mirada.
Ni intentes hablarme
que no articularé palabra.
Ni intentes acercarte
que yo me alejaré de tí.

Desde lejos,
sin hablarte,
sin mirarte,
no hago otra cosa que pensar en tí.

Domingo

Despertó aunque sus ojos pesaran mucho todavía.
En el fondo se oía una cuchara girando en una taza. Abrió los ojos y tras la puerta abierta pudo observarla leyendo el periódico con la luz de un Sol que sólo alumbra de esa manera un domingo al mediodía.
Se sentó sobre la cama y se quedó allí observándola. Su cara fresca y limpia, los ojos recién despiertos, su piel lozana.
Se levantó y se sintió más liviano. Caminó hacia ella sin poder descifrar si estaba despierto o seguía soñando.
Se sentó frente a ella.
Ella levantó los ojos, sonrió en el segundo más largo y volvió al periódico.
Los ojos de él se desviaron hacia la ventana que mostraba la ciudad con sus calles vacías y aquella luz de un Sol que sólo alumbra de esa manera un domingo al mediodía acompañado de la sonrisa de ella.

Costumbre

En la puerta me esperas
mientras yo me cambio
Iremos a caminar, a conversar un rato
Ya no estoy tan nerviosa
ni me preocupo tanto
me he acostmbrado a ti.
Las mariposas de mi estómago se han volado
el corazon descendió el paso
mi guitarra ya no te nombra
me he acostumbrado a ti.
Como al frío del invierno
como al ruido de los autos
como al perfume de enero
me he acostumbrado a ti.
El quererte tiene horarios,
ya no enciendes mi existir
los sueños te han desterrado,
la noche no pregunta por ti.
Como al frío del invierno
como al ruido de los autos
como al perfume de enero
me he acostumbrado a ti.